Los autos voladores están cada vez más cerca
Photo: Aeromobil |
LONDRES—Un grupo de empresarios está acelerando sus esfuerzos para
llevar al mercado una nueva generación de transporte personal: el auto
volador.
Los diseños actuales —algunos ya vuelan, otros todavía
están sobre el tablero de dibujo— son tan radicalmente distintos entre
sí como lo fueron los primeros aviones. Como sucede a menudo con las
nuevas industrias, los diseñadores han llegado a diferentes conclusiones
acerca de los deseos del cliente, el rendimiento del vehículo y las
posibles exigencias de los reguladores.
Entre los interesados en la construcción de autos voladores figuran desde el cofundador de Google Larry Page,
que financia dos compañías, a la estatal Aviation Industry Corp. of
China (AVIC), que el año pasado presentó un prototipo en una exposición
en Tianjin.
La idea del auto volador es tan antigua como el sueño del vuelo propulsado. John Brown,
gerente de proyecto de Carplane, una empresa con sede en Múnich, cuenta
que uno de los objetos que atesora es una imagen de 1885 que muestra a
una persona en una bicicleta conectada a un globo.
Los
diseñadores de autos voladores han tenido que lidiar con exigencias a
menudo conflictivas. El ancho de los autos, por ejemplo, está limitado
por las regulaciones y por la necesidad de caber en los garajes, pero
los aviones necesitan largas alas. La forma en que el peso se distribuye
estructuralmente en los autos también se diferencia de la forma en que
lo hace en los aviones. Estas diferencias han hecho que algunos
prototipos se vean como autos que vuelan y que otros parezcan más
aviones que pueden conducirse por una carretera. Si bien los enfoques de
diseño son diferentes, los objetivos siguen siendo los mismos:
construir vehículos que puedan operar de forma segura tanto en la tierra
como en el cielo.
Los reguladores europeos han dicho que quieren dar a los
ingenieros suficiente libertad como para imaginar diferentes diseños de
auto volador. La comisionada de transporte de la Unión Europea, Violeta Bulc,
dice que ha pedido a su personal que vaya pensando en el concepto de
“un espacio urbano de aviación” que podría dar cabida a nuevas ideas,
tales como aeronaves no tripuladas y aviones urbanos.
La idea de
poder utilizar el mismo vehículo para conducir y volar ha contado con el
respaldo de entusiastas durante décadas, aunque la capacidad de
concebir productos reales que sean vendibles ha sido, en el mejor de los
casos, esquiva. El concepto sigue estando limitado en gran parte a un
grupo de empresarios que plantean diseños cada vez más sofisticados.
La ciencia hace que el sueño esté cada día más cerca, señala Douglas McAndrew,
director técnico de AeroMobil, una empresa con sede en Eslovaquia que
en 2012 voló por primera vez un prototipo. La mayor disponibilidad de
materiales compuestos ha permitido diseñar vehículos suficientemente
ligeros como para elevarse al cielo y a la vez suficientemente fuertes
como para soportar el tráfico del día a día, dice McAndrew. La
tecnología de motores también ha avanzado para ofrecer más potencia a
menor peso, explica, y los sofisticados sistemas electrónicos de control
vehicular se han vuelto más asequibles también.
Terrafugia, un fabricante de autos voladores con sede en
Woburn, Massachusetts, dice que está trabajando en un prototipo de
tercera generación que tiene como objetivo satisfacer requisitos
regulatorios aún en elaboración. La compañía busca una certificación de
avión deportivo ligero para su vehículo y pide a sus operadores que
tengan una licencia de piloto deportivo además de una licencia de
conducir. El nuevo modelo se probará este año y el próximo, y las
entregas comenzarán después. Un diseño de prueba de dos plazas
denominado Transition voló por primera vez en 2009 y ha registrado más
de 100 horas en el aire, según la compañía.
Terrafugia también
trabaja en un vehículo de cuatro plazas que podría despegar y aterrizar
verticalmente. La compañía ha reconocido que hay “importantes obstáculos
de integración técnica y regulatorios que superar” con este modelo. La
producción de un vehículo como ese está a por lo menos a ocho años de
distancia, dice Terrafugia.
El desarrollo de los autos voladores
no ha estado exento de contratiempos. En 2014, el prototipo de AeroMobil
se estrelló durante un vuelo de prueba. El vehículo fue reparado y se
le hicieron cambios al diseño. AeroMobil dice que el auto volador ha
registrado 7,5 horas en el aire y 40 horas de pruebas de motor. La
compañía tiene previsto comenzar las entregas comerciales del vehículo,
AeroMobil 4.0, que aún no se ha dado a conocer, en 2018, dice McAndrew.
La empresa planea empezar a tomar pedidos anticipados el año que viene.
Dado
que los temas regulatorios continúan en discusión, los vehículos
podrían permanecer en tierra por más tiempo. Todavía no se sabe, por
ejemplo, si los autos voladores despegarán de aeródromos o si serán
autorizados a utilizar carreteras.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, podría decidir
crear una nueva categoría de certificación que esté a mitad de camino
entre las normas de aviación y las de seguridad vial, dice un
funcionario de la UE. La Agencia Europea de Seguridad Aérea dice que ha
tenido dos reuniones con partes interesadas en desarrollar aviones que
pueden andar por carreteras.
Un portavoz de la Administración
Federal de Aviación de Estados Unidos dice que “un auto volador es un
avión y debe ser certificado por la FAA” y agrega que sólo se permitirá
que sean operados en el aire por pilotos con una licencia adecuada. El
funcionario no quiso hablar del asunto con mayor detalle.
Suponiendo
que todos los temas regulatorios estén resueltos, quedan otras
preguntas acerca de cómo querrán los consumidores usar estos vehículos.
Brown, de Carplane, dice que su compañía considera que la distancia
óptima de vuelo de un vehículo para transporte de personas será entre
320 y 2.000 kilómetros, en particular entre ciudades que no estén bien
conectadas entre sí.
El auto de Carplane probablemente tendrá una
velocidad de crucero de 200 kilómetros por hora en el aire y una
velocidad máxima de 175 kilómetros por hora en carretera. La altitud
máxima de operación sería de unos 4.500 metros, según la compañía.
Carplane está trabajando con los reguladores europeos para conseguir la
aprobación de su prototipo, lo que significa que el vehículo no llegará
al mercado hasta al menos 2019, dice Brown. La compañía también está
trabajando estrechamente con el regulador de aviación de Alemania.
Las
empresas reconocen que los autos voladores no serán baratos, pero son
reacias a hablar del precio. Los costos serían muy superiores a los de
los aviones más baratos o los autos deportivos de alta gama. Sin
embargo, los autos voladores, dice Brown, también ofrecen ahorros tales
como la eliminación de los costos de hangar, que pueden superar US$500
al mes, o el costo del combustible de aviación. Simplemente hay que
llenar el tanque en la estación de gasolina, dice.
Fuente: wsj, aeromobil oficial
No hay comentarios:
Publicar un comentario