Los conceptos de colonias espaciales de NASA
La idea de establecer colonias fuera de la Tierra se volvió mucho más factible cuando en los años 70 se completó el programa Apollo con misiones a la luna. En caso de sobrepoblación o de un desastre global, la humanidad podría asegurar su supervivencia fuera del planeta, además de explotar los recursos naturales del satélite natural.
En 1974 Gerard K. O’Neill describió un hábitat en forma de dos cilindros rotatorios de 32 kilómetros con enormes ventanas que permitirían el paso del sol. Para construirla se requerirían de materiales terrestres, mismos que podrían ser lanzados al espacio en un cohete. El resultado sería un espacio habitable de 1,295 de kilómetros que podría albergar a millones de personas.
Un año más tarde, un grupo de la Universidad de Stanford diseñó un hábitat para 10, 000 personas. La estación giraría cada minuto para generar gravedad. La superficie sería cubierta posteriormente con cascajo lunar para protegerla de la radiación.
El mismo año, Gerard K. O’Neill refinó un concepto de J.D. Bernal propuesto en 1929. Este consistía en un hábitat de 16 km de diámetro en la que cabrían 30 mil personas. O’Neill lo transformó a una esfera de 500 metros de diámetro, con capacidad rotatoria similar a la de la Tierra. En este lugar podrían vivir 10 mil personas, o bien 140, 000 en una versión más grande, de 1.8 kilómetros de largo.
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